Es difícil resumir en pocas líneas la filosofía de trabajo de un estudio. Debo añadir a esto que somos dos personas que siempre nos hemos encontrado más cómodos escuchando que hablando, dibujando que escribiendo. A pesar de ello intentaremos transmitir nuestro pensamiento en unas pocas palabras.
Consideramos el estudio como una prolongación de nuestra labor académica en la Universidad. Tratamos de desarrollar de forma práctica las ideas que se debaten de una manera más conceptual y teórica en el aula. Intentamos realizar una arquitectura integrada en el contexto próximo, entendiendo por contexto, no solo el medio físico o topográfico en el que se va a insertar un proyecto, si no también el entorno cultural, social, material o técnico. Los proyectos que más nos interesan son aquellos que una vez construidos se funden en la morfología de la ciudad dando la sensación de haber estado allí siempre. Esto no quiere decir que renunciemos a una actitud de vanguardia, todo lo contrario, entendemos ésta como la única manera posible de construir en nuestras ciudades. Vanguardistas fueron en su momento la Catedral de León, la Mezquita de Córdoba o el Panteón romano y hoy los admiramos como verdaderas obras maestras. Los proyectos que se realizan en nuestro estudio, son vanguardistas en su manera de relacionarse con el entorno, en la elección austera de sus materiales, en un cuidadoso y sutil estudio de la luz, en la espacialidad de sus interiores y en la sencillez y plasticidad de sus volumetrías.
Quisiéramos también hacer una alabanza de los Concursos de Arquitectura y especialmente a los de Ideas. A ellos son a los que dedicamos el mayor tiempo y esfuerzo en el estudio. A nuestro juicio son el marco adecuado donde poder expresarnos con total libertad y así conseguir colocar a la Arquitectura en el merecido lugar que le corresponde dentro de las Artes. A veces resulta difícil y desilusionante comprobar que algunos jurados no están a la altura de este noble intento.
Nos gustaría terminar diciendo que en este peregrinaje por la arquitectura, afortunadamente no estamos solos, nos acompañan la capacidad de invención de Le Corbusier, la precisión de Mies Van der Rohe, el cariño por los detalles de Alvar Aalto, la plasticidad de Álvaro Siza, la luminosidad de las obras de Alberto Campo Baeza, los espacios domésticos de Souto de Moura, la maestría constructiva de Peter Zumthor o la labor académica de Fernando Tavora.
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Summarizing the work philosophy behind a studio in just a few lines is indeed rather difficult. Added to this we have to mention that we are two persons who have always felt more at ease when listening rather than talking, when drawing rather than writing. Despite this we will however attempt to transmit our line of thoughts in just a few words.
We consider the studio to be an extension of the academic work at University. We try to develop ideas that are debated in a more conceptual and theoretical manner in the classroom in a practical way. We try to execute architecture that is integrated in a context of proximity, with context being understood not only as the physical or topographical means in which a project is to be inserted, but also as the cultural, social, material and technical scope. The projects that interest us the most are those that, once constructed, blend together with the city’s morphology, giving off the feeling that they have always been there. This does not mean that we renounce to an avant-garde attitude, in fact quite the contrary, as we understand vanguard tendencies to be the only possible way that our cities can be constructed. Were not works that we currently consider to be true masterpieces, such as the Leon Cathedral, the Cordoba Mosque or the Roman Pantheon considered to be avant-garde in their day? The projects that are executed in our studio are vanguard in the way that they relate to their environment, in the austere selection of their materials, in their painstaking and subtle study of light, in the spatiality of their interiors and in the simplicity and plasticity of their volumes.
We would also like to sing the praises of Architecture Contests and in particular of Contests of Ideas. At the studio, it is to these that we dedicate most of our time and effort. In our opinion they represent the perfect frame in which we can express ourselves with absolute freedom and thus place Architecture where it actually corresponds, in the Arts, which is its rightful place. It is however rather difficult and disappointing to observe how some juries are just not up to par in this noble attempt.
We would like to finish off by saying that we are fortunately not alone in this pilgrimage through architecture, as the capacity of invention of masters such as Le Corbusier walk hand-in-hand with us, as is likewise the case with Mies Van der Rohe’s precision, Alvar Aalto’s fondness for detail, Álvaro Siza’s plasticity, the luminosity in Alberto Campo Baeza’s works, the domestic spaces created by Souto de Moura, the constructive mastery of Peter Zumthor or the academic work executed by Fernando Tavora.