Se escriben tal y como suenan.
Se valen por sí mismas para existir.
Son necesarias para poder pronunciar las consonantes.
Hilvanan la palabra ‘arquitecto’.
Son sencillas, son sinceras.
Son pilares de nuestro lenguaje.
Son las que nos permiten desarrollar un discurso.
Son éstas, las cinco vocales, las que se prestan para escribir el resto del abecedario e hilar las consonantes, enhebrar las sílabas, hilvanar las palabras y tejer el lenguaje.
Éstas, las 5 vocales.
La arquitectura, como lenguaje, también tiene vocales. Vocales que son sencillas, que son los pilares de la arquitectura. Escala, espacio, tiempo, lugar, contenido, continente, levedad, gravedad, luz, sombra, materia, textura… estas son las vocales del lenguaje de la arquitectura. Son la voz del Arquitecto que permite al Hombre sentir la arquitectura. El resto son consonantes, sílabas, palabras, sí, pero escritas con vocales. Sin estas vocales, el discurso dejaría de formar parte del lenguaje de la arquitectura y pasarían a ser otra cosa, pero no arquitectura. Es a través de estas vocales que el Arquitecto se ata al mundo. Le permiten crear dentro del mundo su propio mundo. Le permiten situar al espectador, en el epicentro del espectáculo. Así nace A E I O U arquitectos, donde nos dedicamos a realizar “La Arquitectura de las vocales”.
A E I O U arquitectos.